Alien Covenant
Me da lástima estrenarme en QPVH con la ilusión que me hace con una película que por desgracia me desilusionó tanto. Pero el deber es el deber, osea que allá vamos.
Recuerdo ver el octavo pasajero en mi casa siendo yo un pitufo. Recuerdo también los tres días siguientes sin atreverme a cruzar el oscuro pasillo.
Sé que ese es un precedente complicado de superar, pero es cierto que esperaba que la vuelta de Ridley Scott al oscuro universo de los Xenomorfos con una ilusión especial. Y pese a que todos imaginábamos que la cosa obviamente no iba a estar a un nivel tan alto sí que esperaba al menos un recuerdo en cuanto a la sensación de terror y claustrofobia, y en cambio me di de narices con una película que no entiende bien en qué dirección ir.

Por qué el principal problema de Alien covenant es su falta de identidad. Una falta de identidad que la lleva a pisar en más de una ocasión terrenos demasiado ridículos como para ser causa de cualquier clase de mal rollo. Y es una pena por que los elementos al inicio de la peli están ahí. Pero pronto la película da un volantazo y todo se tuerce.
Es obvio que Scott no tenía ganas de volver al terreno Xeno. Su interés son los orígenes que debutó en Prometheus. Pero el mal recibimiento del público hizo que se viese obligado a meter a las criaturas con calzador. Y podríamos decir que tenemos lo que nos merecemos entonces, si no fuese porque la parte Prometheus de la película tampoco funciona, ya que por A o por B se dedica a bombardear a base de un guion realmente flojo y unas ideas poco meditadas todas las semillas que, gusten más o menos, su predecesora plantó de forma más o menos inteligente. Por que puede gustar más o menos, pero cuesta de negar que Prometheus era una película con pies y cabeza en cuanto a su estructuración. En este caso son todo salidas de tono que el espectador no acaba de saber de dónde vienen.

La parte Xenomorfa de Covenant simplemente peca de pura desgana. A todos los niveles. Las apariciones de la criatura, cuando no están contextualizadas en el universo Prometheus ni siquiera cuentan con un mínimo de intento de creación de tensión alguna. Todo pasa de manera fugaz y acelerada. Y a su vez, envuelta en unos efectos CGI que, siento tener que decirlo así, pero rozan la vergüenza ajena., cuando estamos hablando de un universo que siempre ha contado con un apartado visual especialmente rico.
Es una pena que, con todo lo que tenía a su favor una película como esta el resultado sea tan poco óptimo. Ya que desaprovecha aquello por lo que luchó anteriormente, contra viento y marea y a su vez no sabe usar un leguaje que la saga desde luego conocía más que bien. Hasta la parte Giger del imaginario de Covenant queda diluida. Y eso si es algo que se echa en falta de verdad.

Lo dicho, una lástima, ya que son muchos años esperando la vuelta de una nueva entrega de Alien al cine. Y el material promocional, pese a dar pie a los más escépticos, prometía una dirección algo distinta de la que nos encontramos. Todo ayudó a generar en nosotros una ilusión que finalmente nunca culminó.
Me es imposible no mirar con recelo hacia la próxima entrega, pese a que la curiosidad me hará caer de nuevo. Esperemos que Scott sepa aprender de sus errores. Pese a que ese me da que nunca ha sido su fuerte.
No es una mala película.pero coincido en que no está a la altura de las anteriores..la saga alien no se ve reflejada en la película ..pero si no fuera por las anteriores no sería una mala película..el problema es que detrás de esta hay unas cuantas que marcaron a toda una generación y no se reconoce la esencia de la saga en esta .