#SSIFF69 – Arthur Rambo
Laurent Cantet aterrizaba en San Sebastian con Arthur Rambo. Tras su última propuesta titulada “L´atelier” (2017), el cineasta francés venía a Donosti a competir por la concha de oro con una película que aparentemente abarcaba como temática principal la cultura de la cancelación.
La película narra los hechos de un joven magrebí llamado Karim D (Rabah Nait Oufella), quien parece ser el joven del momento. Karim acaba de escribir una novela inspirada en hechos reales. El libro expone las dificultades que tuvieron él y su familia para salir adelante. La novela ha sido un éxito y la carrera de Karim apunta maneras, todo parece irle viento en popa. El filme empieza en este momento pletórico del personaje hasta que en un momento dado, comienzan a salir a la luz una serie de tweets suyos, tweets xenófobos, racistas, antisemita- incluso algunos con carácter terrorista- que lo destrozan todo. Esto hace, que el mundo idílico en el que se encuentra Karim, de un vuelco inesperado y todo empiece a desvanecerse. Gran parte de sus amistades se vuelven en su contra, Karim intentará encontrar la manera de revertir la situación.
Con esta sinopsis, se puede imaginar que la película recurre mucho a esa idea: lo que fuimos condena lo que somos. Habla de cómo el paradigma de nuestra realidad se transforma día a día. También de cómo una serie de actos irresponsables en una edad temprana, pueden hipotecar nuestro futuro de una forma inmediata. La época de la tecnología y del legado virtual.
En términos cinematográficos la película es potente. Cantet nos define muy bien al personaje desde el inicio, un joven que se encuentra ante una realidad que le supera. El filme está dotado de ritmo, cada escena es sustanciosa en su construcción, la película avanza firme y con argumentos sólidos que avalan su sencilla por recurrente trama. Siento atención e interés en todo momento y nada de lo que sucede me parece que esté fuera de lugar. La disfruto de inicio a fin.
Lo mejor de la película, a mi parecer, es como Cantet cambia su discurso a través del personaje, de sus orígenes y de su familia.
Si la película al principio se plantea como un filme sobre las redes sociales y la cultura de la cancelación, acaba hibridando hacia lugares que exploran temas tan trascendentales como la identidad, la naturaleza de los guetos y los orígenes de la maldad. De forma repentina y tras una maravillosa escena entre el protagonista y su hermano, Cantet aborda las reflexiones realmente trascendentales de la cinta. Es en esos compases donde realmente se hace poderoso el discurso sobre el odio, la pobreza y sus terribles consecuencias. También sobre el poder (fama) y el cómo este destruye nuestra identidad.
Para mí, Arthur Rambo presentaba sin lugar a dudas candidatura para la Concha de oro.
A recordar: su potente mensaje.
A olvidar: el subrayado en algún que otro momento.