Diario de a bordo Sitges 2021: día 3
9 de octubre 2021, día 3
El tercer día de festival se presentaba intenso. Grandes estrenos, películas perdidas y ruedas de prensa en las que descubrir los secretos de las películas que estábamos disfrutando.
Veneciafrenia, de Alex de la Iglesia

A las 8.15 de la mañana ya estábamos sentados en el Auditori preparados para asistir al estreno mundial -al igual que pudimos hacer con el primer episodio de “30 Monedas” el pasado año- de “Veneciafrenia” de Alex de la Iglesia. Uno de los estrenos a los que más ganas le teníamos, ya que de la Iglesia es un fan favourite de nuestro equipo. Rodada durante la pandemia, Veneciafrenia retrata lo bella y especial que puede ser la ciudad y lo aterradora y grotesca que se vuelve cuando se ve sepultada por la marea humana del turismo desbocado. Mezcla de muchos subgéneros; aunque de la Iglesia nos dejó claro que para él no es ni un Giallo, ni un Slasher ni siquiera una película de terror, pero si está convencido de que es una película de genero al cien por cien. La cinta carga con una crítica social aplastante y ya antes de su pase de público generó brutal controversia entre los que tuvieron oportunidad de verla.
Sin duda alguna se trata de un trabajo con el sello Alex de la Iglesia, llevada al extremo como solo él sabe y cuidada al detalle con una fotografía y vestuario dignos de mención.

En la rueda de prensa posterior de la Iglesia nos dejó algunos titulares que creemos vale la pena compartir. Nos contó, por ejemplo, que la idea de la película surgió en el momento en que él se descubre culpable de ir a disfrutar de la belleza de Venecia sin importar el daño que puede llegar a causar el turismo masivo. Nos relató también lo difícil que fue rodar en plena pandemia. Las normas de seguridad que tenían, el grupo burbuja que construyeron mientras rodaban y lo extremadamente cautelosos que les tocó ser. Como resultado, ningún miembro del equipo dio positivo en COVID en todo el tiempo que duro el rodaje. De la Iglesia nos contaba también, a modo de anécdota, como supieron sacar partido a coincidir rodando en Venecia con el equipo de Tom Cruise que se encontraba en plena producción de “Misión Imposible 7”. Los americanos contaban con un equipo más grande y entre risas el director agradeció a Cruise el poder haberse aprovechado de la iluminación que este había puesto en la plaza de San Marcos.
Álex de la Iglesia, como padrino del proyecto The Fear Collection, del cual Veneciafrenia constituye el pistoletazo de salida, soltó también un par de bombazos durante la rueda de prensa. Primero fue la confirmación de la segunda temporada de “30 monedas”, que empezará a rodarse en febrero del próximo año y luego anunció que el segundo largometraje del sello se llamará Venus, estará dirigido por Jaume Balaguero, y adaptará “Sueños en la casa de la Bruja” de H.P. Lovecraft.

La rueda de prensa de “The Deep House” fue extrañamente programada días después de su primer pase. Hubo que esperar un par de días para poder sentarnos con sus directores Alexandre Bustillo y Julien Maury para que nos contaran como fue llevar a cabo tamaña locura de rodaje, el más complicado de su carrera.
Nos contaron que, pese a estar más que curtidos en la materia, este rodaje fue como empezar de cero. Rodar completamente bajo el agua hacía que todo resultase diferente e infinitamente más lento y costoso. La película está grabada casi en su totalidad en un tanque de agua de seis metros de profundidad, en el cual construyeron la casa en diferentes bloques. Piso a piso, habitación a habitación. Uno de los principales problemas, evidentemente, fue la comunicación con los actores. Ya que los directores se encontraban siempre fuera del agua y los actores dentro. Bajo las máscaras de buceo se consiguió camuflar los micrófonos para poder dirigir y conversar con los intérpretes cuando era necesario. Además, estos llevaban también cámaras en la máscara y por tanto les tocó ejercer de operadores.
Desde luego se trataba de un rodaje tremendamente complicado en cuanto a logística, pero todavía más exigente para los protagonistas de la película. En ocasiones les tocó enfrentarse a jornadas de más de 12 horas de rodaje. Se tuvieron que usar varios dobles ya que era imposible que un solo actor estuviera tantas horas sumergido.
A pesar de lo aparatoso, Alexandre Bustillo destacó que la cinta terminó costando menos de 5 millones de euros y que se rodó en tan solo 35 días. Un hito para una cinta de esta envergadura.
Historias para no dormir: La Broma y El Doble

En el anterior diario de a bordo os hablábamos del primer bloque de “Historias Para No Dormir”. Al día siguiente pudimos disfrutar de la segunda mitad de la serie de Prime video.
“La Broma”, de Rodrigo Cortes mantiene un ritmo perfecto de principio a fin. Este es conducido por unos magníficos diálogos; algo que siempre se le ha dado especialmente bien construir al director; que consiguen que el público llegue a perder los nervios más de un momento. Eduard Fernández y Nathalie Poza sobresalen por encima del resto del elenco con unas interpretaciones magnificas. Pese a todo, creemos que la resolución de esta actualización queda algo aguada y pierde la fuerza que tenía el magnifico cierre de la historia de Narciso Ibáñez Serrador.
En cambio, “El Doble”, de Rodrigo Sorogoyen todavía nos tiene en vilo preguntándonos quien es quien. El director elabora su propio “Blade Runner” (con muchísimos elementos visuales de la secuela “Blade Runner 2049” de Dennis Villeneuve, al que también le toma prestada un poco de “Enemy”). Ciencia ficción minimalista y de tono, como no, pandémico que utiliza los recursos más mundanos para crear un universo sorprendentemente rico. Un cierre de temporada en el que da gusto perderse.
The Amusement Park, de George A. Romero

Este tercer día fue un poco más tranquilo en cuanto a visionados, pero desde luego lo terminamos por todo lo alto con uno de los pases más especiales de este año. Nos fuimos al Prado a ver “The Amusement Park” la película perdida de George A. Romero.
Cuando el señor de los zombies solo empezaba a construir su reino de los muertos vivientes y con tan solo dos películas en su haber, fue contactado por las asociaciones Lutheran Service Society of Pennsylvania y la Fundación Pitcairn-Crabbe, dos organismos religiosos que no parecían tener muy claro el perfil de director que pretendían contratar para su pieza publicitaria a favor de la concienciación sobre el maltrato a la tercera edad. Romero aceptó, y el resultado, tras unas pocas proyecciones, fue enterrado para siempre hasta este año, en que Suzanne Deschent-Romero la viuda del tristemente añorado director decidió restaurar y sacar a la luz el proyecto.
No es de extrañar que dichas organizaciones se echaran las manos a la cabeza al ver el resultado del proyecto. The Amusement Park es un delirio onírico y surrealista cargado de simbolismo y alegoría. Uno de los trabajos mas autorales (que son unos cuantos) del director y desde luego una buena transcripción del lenguaje de las pesadillas. Vivirlo en pantalla grande, y rodeados de un público que aplaudía el nombre del maestro al aparecer en los créditos de una película que todos veíamos por primera vez fue simplemente mágico.