Review de ‘The Batman’, de Matt Reeves

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Review de 'The Batman', de Matt Reeves

Ha tenido que pasar más de un lustro para que viera finalmente la luz el proyecto cinematográfico en solitario del hombre murciélago que nació de las manos de un Ben Affleck que, además, se enfundó en su traje por primera vez en la tan polarizada por la crítica y el público ‘Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia’ de 2016 y por última en La Liga de la Justicia de Zack Snyder hace apenas un año. Ambas bajo la dirección del mismo cineasta. Pero muy poco, prácticamente nada, tiene que ver todo esto con la película que hoy nos ocupa.

Y es que tras un baile de nombres para ocupar la silla del director con nombres tan destacados como Denis Villeneuve o Ridley Scott, el encargado de llevar la batuta, no sin cierto suspense al abandonar y recuperar posteriormente su lugar, no fue otro que un Matt Reeves que venía de firmar títulos como ‘Monstruoso’ (2008), ‘El Amanecer del Planeta de los Simios’ (2014) o ‘La Guerra del Planeta de los Simios’ (2017). Cambiando por completo, eso sí, tanto la dirección como el libreto que se encontró originalmente.

Tras dos años infundiendo el miedo en las mentes perversas de los criminales de Gotham como Batman (Robert Pattinson), Bruce Wayne sigue sumido en las profundidades de las sombras de Gotham City. Con apenas un par de aliados de confianza como Alfred Pennyworth (Andy Serkis) y el teniente James Gordon (Jeffrey Wright) hará frente a la corrupta red de oficiales y figuras de perfil alto de la ciudad como Carmine Falcone (John Turturro), Oswald Cobblepot/El Pingüino (Colin Farrell) y una peligrosa amenaza conocida como Enigma (Paul Dano). En su camino de justicia y venganza se cruzará con Selina Kyle/Catwoman (Zoë Kravitz) mientras tratará de desenmascarar a los culpables que llevan mucho tiempo devastando una ciudad sumida en las sombras.

El caballero más oscuro

Mucho ha llovido ya desde que ‘La Saga Crepúsculo’ (2008-2012) diera a conocer al mundo a un joven Robert Pattinson que poco a poco, con paso lento pero firme, demostraba el talento interpretativo que atesora y que le abrió la puerta de cineastas como David Cronenberg, Robert Eggers o, curiosamente, Christopher Nolan. Aunque probablemente fuera su papel en la ‘Good Time’ dirigida por Ben y Joshua Safdie en 2017 la que terminara por convencer al propio Reeves de haber encontrado a su vigilante nocturno.

Crítica de The Batman (2022), Protagonizada por Robert Pattinson y dirigida por Matt Reeves
Batman y Catwoman se encuentran sobre los tejados de Gotham

Es obvio que tanto su Bruce Wayne como su alter ego Batman se desmarcan casi por completo de prácticamente todo lo conocido y visto hasta la fecha tanto en la gran como en la pequeña pantalla. Haciendo completamente suyo y único a un personaje tan arraigado en la cultura pop de las últimas décadas fruto del imaginario de Bob Kane y Bill Finger, padres de la criatura. Una encarnación del caballero oscuro fría, sombría y triste. Sin un mínimo esbozo de sonrisa y marcado por un traumático pasado de pérdida, ya no simplemente física sino también moral, que irremediablemente le llevará a la senda de una búsqueda de la justícia salpicada de una venganza, en ocasiones ciega, de la que puede resultar fácil perder el equilibrio. 

Pero su existencia no tendría sentido sin la otra gran protagonista de la película, Gotham City. Una ciudad instaurada en la corrupción, la mentira y la violencia, cubierta por una inagotable y fría lluvia que marca el compás sonoro y visual de una densa y tenebre oscuridad que se cierne sobre sus calles y habitantes, dejando a su paso una ristra de cicatrices que vemos marcadas a fuego y sangre en la piel de un castigado superhéroe que, por difícil que resulte, emerge como prácticamente el único resquicio de esperanza y contradictoria luz de una sociedad que uno no sabe hasta que punto merece ser salvada de las entrañas del infierno. Una simbiosis dependiente, extraña y necesaria para ambos.

Aliados entre las sombras

Para suerte del protagonista no estará solo en su largo y tortuoso camino. Su inseparable Alfred, al que el título de mayordomo se le queda injustamente corto, le servirá como punto de apoyo y figura casi paternal en sus mayores momentos de crisis. Ahí Serkis lo borda sin necesidad de demasiadas apariciones. Lo mismo ocurre con un incansable James Gordon al que Wright da vida de una forma tan sobria como requiere aquí su personaje y sin el que el justiciero no tendría ni una mísera posibilidad ni razón de ser en sus labores detectivescas, especialmente explotadas para la ocasión. 

Y, para ser sinceros, la invitada de lujo a la fiesta no es otra que Selina Kyle, alias Catwoman, a la que Zöe Kravitz dota de una enigmática personalidad y una sensualidad tan explosiva como sutil, según requiera el momento. Algo muchas veces caracterizado a lo largo de la historia del personaje y que en esta ocasión da ligeramente la sensación de estar algo desaprovechada. Ahí, su personal búsqueda de la venganza y la indudable química con el protagonista, ya sea con un simple gesto o mirada, toman un papel crucial. Y Reeves, que de esto sabe un rato, se encarga de retratarla con una belleza y una elegancia que le da, si cabe, un mayor empaque.

El terror emana de las cloacas

En el otro lado nos encontramos con una serie de villanos que inundan las cloacas de una ciudad salpicada por el barro y el polvo de una decadencia y tiranía que, desgraciada y perfectamente podrían ser el reflejo de una sociedad como la nuestra. Repleta de corrupción, mentiras y un (mal) uso del poder que nos llevan a los conflictos, las guerras y la muerte que día a día abren las telediarios. Falcone, al que pone cara un irreconocible John Turturro es la parte más visible de este reflejo, por muy escondido entre la mugre que se halle. Aunque para irreconocible nada más ilustrativo que Colin Farell como el Pingüino, esperando entre las sombras su momento a pesar de estar siempre presente durante su metraje.

Y como colofón, ahí está el brillante Enigma de Paul Dano. Una suerte de sociópata tan juguetón como retorcido. Inteligentemente contenido pero con terroríficos estallidos de violencia que dejan entrever una auténtica bomba de relojería capaz de volar en pedazos los cimientos de una ciudad y toda una sociedad. Para ello se basta de un aspecto tan mundano como perturbador, sembrando las semillas del odio y la sed de venganza que despiertan de su letargo el lado más oscuro del ser humano. Y eso, por supuesto, germinará en una pequeña pero violenta legión de seguidores entregados a la causa. Sencillamente brillante.

Reseña de The Batman (2022), Protagonizada por Robert Pattinson y protagonizada por Robert Pattinson

La dirección de Matt Reeves bebe directamente de la densa y opresiva atmósfera que tanto caracteriza al personal sello de David Fincher, especialmente en títulos como ‘Seven’ (1995) o ‘Zodiac’ (2007), de las cuales retumban intensamente sus ecos aquí gracias, entre otras muchas cosas, a la sucia pero exquisita fotografía de Greig Fraser, con el que ya formara pareja en ‘Déjame Entrar’ (2010), remake de la película sueca del mismo nombre. Aquí, a diferencia de en la citada cinta, predominan los negros y rojos que impregnan a Gotham City y sus personajes de unas oscuras y pesadas sombras de las que resultan imposible desprenderse. De la misma forma que es fácil encontrar pinceladas del mejor cine de Martin Scorsese.

En cuanto al guión, firmado de forma conjunta junto a Peter Craig, Reeves encuentra inspiración en algunas de las viñetas más célebres del hombre murciélago. Los primeros pasos de Batman recuerdan en su austeridad e incluso violenta torpeza al cómic de ‘Batman: Año Uno’ escrito por Frank Miller y publicado a finales de los 80, incluso por el tratamiento de personajes como Catwoman. Pero también hay mucho de ‘Batman: El Largo Halloween’ de los 90 cuyo guión debemos a Jeph Loeb, especialmente en lo que concierne a la ciudad de Gotham y el mal reflejado por villanos como Falcone y, en esta ocasión, el terrorífico enigma. Pero nada de esto funcionaría de la misma manera sin la partitura, en ocasiones algo repetitiva pero absolutamente imponente y persistente de Michael Giacchino, compañero habitual del cineasta.

The Batman es un regalo para los seguidores que han crecido leyendo los cómics del caballero oscuro y todos los que busquen un producto cinematográfico a la altura del personaje de DC. Visual y sonoramente impecable. De opresiva y oscura atmósfer con resonancias políticas y sociales que van más allá de la ficción, y alejada de los cánones más mainstream que quizás algunos esperan y que tan buen equilibrio encontró en ‘El Caballero Oscuro’ que en 2008 nos regaló Christopher Nolan. Más noir y terrorífica, aunque no exenta de muy bien coreografiadas y espectaculares escenas de acción, con un metraje cercano a las tres horas que te dejarán pegado entre nervios y sudor a la butaca gracias a su hipnótica narrativa y puesta en escena. Una película de la que uno se levantará tan exhausto como satisfecho.

A recordar: El Batman de Pattinson y Reeves dejará huella en el legado cinematográfico del hombre murciélago, de la misma forma que lo hará su villano principal, Enigma, con un Paul Dano sublime.

A olvidar: La densidad y extensión de su metraje puede echar para atrás a más de uno y, desgraciadamente, el estigma de Pattinson seguirá presente en una parte, por suerte cada vez más pequeña, de la audiencia.

El Batman de Pattinson y Reeves dejará huella en el legado cinematográfico del hombre murciélago, de la misma forma que lo hará su villano principal, Enigma, con un Paul Dano sublime.

La densidad y extensión de su metraje puede echar para atrás a más de uno y, desgraciadamente, el estigma de Pattinson seguirá presente en una parte, por suerte cada vez más pequeña, de la audiencia.

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