Review de Thor: Love and Thunder, de Taika Waititi

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Review de Thor: Love and Thunder, de Taika Waititi

A estas alturas, seguir sin aceptar las altas dosis de humor y comedia en las películas de Marvel Studios, es ya un problema que pertenece más al público que a las películas. Especialmente si uno se enfrenta a la nueva entrega de las aventuras del dios del trueno. Esperar lo contrario de ‘Thor: Love and Thunder’, de Taika Waititi es aferrarse a una fantasía sin fundamento.

Tras un retiro espiritual en el que el dios del trueno aceptará que el amor no está hecho para él, este deberá enfrentarse a Gorr, el carnicero de dioses (Christian Bale), un nuevo enemigo que pretende acabar definitivamente con la existencia de todos los dioses. Para hacer frente a esta nueva amenaza, Thor (Chris Hensworth) contará con la ayuda del Rey Valkiria (Tessa Thompson), de Korg (Taika Waititi) y, ¿de su ex novia Jane Foster (Natalie Portman), que ahora tiene el poder de empuñar el Mjolnir?

La avaricia rompió el Mjolnir

La anterior ‘Thor: Ragnarok’ (Taika Waititi, 2017) asentó firmemente unas bases en cuanto al tono que ya había empezado a testarse en anteriores entregas de ‘Los Vengadores’. Y es que, seamos sinceros, el Thor solemne y magnánimo de las dos primeras entregas individuales del personaje –‘Thor’ (Kenneth Branagh, 2011 y ‘Thor: El mundo oscuro’ (Alan Taylor, 2013)- nunca terminó de funcionar. Al menos no en la propuesta que plantea el Marvel Cinematic Universe. Esta faceta cómica del dios del trueno, a la cual Chris Hensworth siempre ha sido capaz de sacar muchísimo jugo, funciona de maravilla, siempre y cuando se establezca un balance.

critica de Thor: Love and Thunder, de Taika Waititi
Christian Bale se alza como uno de los villanos más aterradores de Marvel

Un balance que parece estar algo descompensado en esta última etapa. Existe una sensación parecida en ‘Doctor Extraño en el Multiverso de la Locura’ (Sam Raimi, 2022). Hay mejores ideas que capacidad de desarrollo. La necesidad de abarcar más de lo necesario en busca de ser trepidante se termina convirtiendo en un exceso apabullante. Y ‘Thor: Love and Thunder’ plantea cambios demasiado importantes en su universo como para permitirse que estos se sientan tan volátiles y carentes de peso por culpa de un tempo acelerado en exceso.

“Lo que debería ser una aventura emocionante, divertida y emocional, se termina quedando en una fiesta tan intensa que puede generar lagunas.”

Lo que debería ser una aventura emocionante, divertida y emocional, se termina quedando en una fiesta tan intensa que puede generar lagunas. Pero, una fiesta al fin y al cabo. La película contiene numerosos destellos de genialidad que la hacen funcionar como una compendio de secuencias potentes y gags hilarantes. Una sensación a la que empezamos a estar demasiado acostumbrados, no solo en cuanto a Marvel se refiere. De ello nos hablaba hace poco Desirée de Fez en su columna de opinión en El Periodico.

Thor y Jane, más revueltos que juntos

Sería injusto, pues, valorar Thor: Love and Thunder como un producto bien resuelto y narrativamente acertado. Sin embargo, también lo sería ignorar todas sus virtudes, que no son pocas. Y es que Taika Waitit y su equipo han creado un mundo propio fascinante y con la capacidad de enamorar a partir del buen hacer de sus integrantes. Los viejos conocidos siguen regalándonos momentos deliciosos en esta comedia romántica en forma de blockbuster veraniego de superhéroes. Chris Hensworth, Tessa Thompson y el propio Taika Waititi (estos dos últimos, junto a un divertidísimo Zeus interpretado por Russell Crowe, nos regalan algunos de los momentos más naturalmente queer de todo el MCU. Absolutamente maravillosos) , tras su armadura de roca CGI, siguen haciendo gala de una complicidad que enamora. Un sentimiento algo más frío entre Hensworth y Natalie Portman. Tal vez a causa de demasiados malabares a la hora de integrar de nuevo el personaje en una historia que ya parecía haberla olvidado. Sin embargo, Portman cuenta con el magnetismo suficiente como para cargar con el peso de un guión algo vago y justificar por sí misma su papel co-protagonista.

Mención especial merece un Christian Bale absolutamente aterrador como Gorr, el carnicero de dioses. Sobre su personaje es donde más reconocemos el buen hacer de Taika Waitit como director. Las apariciones del villano hacen gala de un tratamiento visual (especialmente en una de las secuencias más sorprendentes de la película) exquisito y que está por encima de las rutinarias secuencias de acción en las que se aprecia menos la figura del director. Bale, por su parte, dota al personaje de una expresividad y fisicidad que es de agradecer en tiempos de asepsia digital.

‘Thor: Love and Thunder’ es un entretenimiento veraniego más que digno cargado de momentos de genialidad. Le pasa factura la necesidad de querer ser más de lo que debe y su desarrollo fraccionado en busca de un ritmo innecesariamente vertiginoso. Tal vez Marvel debería espaciar más sus estrenos para poder darles la entidad propia y el desarrollo que merecen, pero eso parece ir en contra de la propia razón de ser del proyecto

A recordar: Un abanico de personajes a los que querer mucho, sostenidos por un elenco magnífico.

A olvidar: Un desarrollo apresurado, fracturado y que cala poco en el recuerdo.

Un abanico de personajes a los que querer mucho, sostenidos por un elenco magnífico.

Un desarrollo apresurado, fracturado y que cala poco en el recuerdo.

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