#Sitges2021 – Antlers: Criatura Oscura
La llegada de la pandemia nos privó de muchos y muy esperados estrenos. Retrasos, congelaciones e incluso películas que desaparecían de la cartelera para no volver. Antlers: Criatura Oscura fue una de aquellas desaparecidas de las carteleras, en este caso de las americanas, que intuían malos presagios.
Sin embargo, más de un año después, la nueva producción de Guillermo del Toro verá por fin la luz y se estrenará en nuestras salas de cine, estrenandose previamente en el festival de Sitges 2021. Sin duda una buenísima noticia que hace que todavía nos entristezca más habernos encontrado con un producto tan a medio gas.
En la película conoceremos a Julia (Keri Russell), una profesora en el colegio de una pequeña localidad americana, que empezará a interesarse por Lucas (Jeremy T. Thomas), el sombrío alumno que se sienta en última fila y siempre parece ocultar algo. Junto a su hermano Paul (Jesse Plemons) descubrirá que, por terrible que sea el secreto que guarda Lucas, nada podía prepararlos para la magnitud de lo encontrado.
La cosa pintaba genial. Una monster movie producida por uno de los mayores expertos en monstruos y criaturas del panorama actual y guionizada por Nick Antosca, el creador de las maravillosas Channel Zero (2016-2018) y Bran New Cherry Flavor (2021) sonaba a melodía celestial a nuestros oídos. Y, de hecho, el prólogo de la película apunta alto como para estar a la altura de estas expectativas. Un muy buen uso de la localización que da pie a un misterio que, de haber sido gestionado de otro modo, hubiese dado mucho de sí.
Es frustrante encontrarse con un producto plano cuando bajo esa llana superficie se esconde oro puro. El punto de partida, que conjuga lo fantástico de las leyendas populares del folklore americano con la (por desgracia) siempre actual temática del maltrato y abuso infantil, mostrado además con sorprendente frontalidad, tiene poder para crear algo cautivador. Sin embargo, la convencionalidad de sus tratamientos agua toda emoción, dejando el conjunto en una elegante presentación.
En lo visual, si bien la película no termina nunca de despuntar al no ofrecer nada que no hayamos visto previamente, es donde se encuentra la mayoría de sus aciertos. La crudeza con la que muestra según que momentos sorprende, tratándose de un producto de estudio. De hecho, en esta crudeza, visual y conceptual, reside su principal baza. No siempre resulta tan potente como debería, pero el intento es de agradecer.
Aún que lo que de verdad hará disfrutar a los aficionados más puristas será el aspecto de la criatura, nacida de efectos prácticos en la mayoría de sus apariciones. Su diseño es potente, y jugar a mostrarla fraccionada rema a favor de su verosimilitud. Lo cual no implica que no vayamos a disfrutar de ciertos momentos en que el elemento monstruoso sea mucho más que un ruido o una sombra. La presencia física del bicho es imponente y constituye uno de los papeles clave de la propuesta. Pero por desgracia, una fotografía (demasiado) oscura y un montaje caótico, que puede incluso llevarnos a pensar en desafortunados remontajes durante el tiempo que la película ha permanecido paralizada, hacen que la búsqueda de la elegancia se convierta en mera y chabacana confusión.
Casi preferiríamos poder decir que Antlers: Criatura Oscura nos ha desagradado, pues eso significaría que ha existido algún riesgo en la toma de decisiones. Sin embargo, lo peor y a la vez lo mejor que podemos decir de ella es que no está mal.
A Recordar: Un magnifico prologo y unos efectos prácticos realmente potentes.
A olvidar: la tibia sensación de que había mucho más a exprimir en ella.