TerrorMolins 2022: Review de Skinamarink, de Kyle Edward Ball
La repentina cancelación de la edición online de TerrorMolins 2022 que se pudo ver en Filmin durante 48 horas dejó a muchos usuarios con ganas de descubrir el que estaba llamado a ser uno de los títulos de terror más controvertidos de la temporada. ‘Skinamarink‘, de Kyle Edward Ball ya estuvo haciendo mucho ruido a su estreno en el festival Fantasia2022de Montreal, donde se debatió su capacidad para aterrorizar al espectador pero también lo complejo de su carácter experimental y su exigente apartado visual. No, no se nos ha pixelado la imagen de cabecera, el look de ‘Skinamarink’ está granulado y distorsionado hasta limites insospechados. Y esto es solo el principio.
Dos niños pequeños se despiertan en medio de la noche para descubrir que tanto sus padres como las puertas y ventanas de su casa han desaparecido. Ahora los dos deberán aprender a sobrevivir a una situación tan aterradora como desconcertante.
Un arduo viaje con aterradora recompensa
‘Skinamarink’ no es una película para todos los públicos. Es una propuesta que juega bajo sus propias normas, y aquellos que no las acaten se verán expulsados de la película inmediatamente. La narrativa visual que propone Kyle Edward Ball juega, desde su génesis, a poner a su favor las carencias del ajustado presupuesto de la película. La cámara siempre enfoca hacia aquello que está aparentemente vacío. Aquel rincón al que uno no quiere mirar en la oscuridad. Encuadres que parecen errores continuos y que (casi) nunca se centran en los dos personajes principales.

El look casero de la película potencia ese sentimiento de familiaridad que nos retrotrae a aquellas visitas al cuarto de baño a media noche cuando éramos pequeños. A los terrores que viven en la oscuridad de nuestro hogar en momentos en que el estado de vigilia y el sueño se entremezclan a altas horas de la madrugada.

La narrativa visual que propone Kyle Edward Ball juega, desde su génesis, a poner a su favor las carencias del ajustado presupuesto de la película.
Tan aparentemente inconexa como pueda parecer, ‘Skinamarink’ se rige por las normas de comportamiento de dos niños muy pequeños y, bajo dicha premisa’ su lógica interna no será siempre la que el espectador espera de ella. Por todo esto y más, es primordial plantearse el visionado de ‘Skinamarink’ como una experiencia que exige dejarse llevar más que tratar de justificar, pues la clave de su éxito está en el apartado sensorial que pide una conexión con la película prácticamente inconsciente.
Horror lo-fi
Si ‘Skinamarink’ siguiese disponible en el apartado online de TerrorMolins 2022, donde nosotros tuvimos la suerte de poder verla, os recomendaríamos encarecidamente que, para su visionado en casa se realizase en la más absolutas soledad y oscuridad, y utilizaseis auriculares. Sin embargo, y ya que esto no es posible debido al acto de vandalismo digital que sufrió el festival, TerrorMolins ha preparado una proyección de ‘SKinamarink’ junto a otro de los grandes títulos del festival, ‘Razzennest‘, de Johannes Grenzfurthner el próximo día 12 de noviembre a las 11:00h en el teatro de la Peni. Las condiciones más óptimas para disfrutar de una película de tales características.
Y es que ‘Skinamarink’ sería al terror de autor lo que el lo-fi es a la música electrónica y el hip hop. Una baja frecuencia que se interna en tu mente de forma cuasi psicotrópica para aterrarte a través de momentos de tensión prácticamente insoportable y algunos impactos que son herederos directos del universo creepypasta.
‘Skinamarink’ es la transcripción visual de la lógica de las pesadillas. Un proyecto tan pequeño como ambicioso que decide jugárselo todo a cara o cruz. Una película que no tolera opiniones de termino medio y que generará tanta afición como antipatía. Al fin y al cabo, esas son las películas verdaderamente interesantes. Nosotros tenemos claro que ‘Skinamarink’ es la película más terrorífica del año.
A recordar:
A olvidar:
A RECORDAR
A OLVIDAR
Su propuesta prácticamente suicida que apuesta por aterrorizar bajo sus propias normas.
Que la cancelación del TerrorMolins online haya dejado a muchos sin la posibilidad de descubrir uno de los títulos del año.